Según Carolina Parra, presidente de esta reconocida institución, el 40,6 % de sus trabajadores son jóvenes menores de 35 años
Colombia vive un momento de grandes desafíos para su economía. Con una tasa de desempleo del 15,6 % y un aumento de la inflación del 3,3 %, según datos del DANE, el país se sumerge en un proceso de reactivación donde las industrias prometen darlo todo para recuperar su buena marcha.
Este es el caso de la industria gastronómica que si bien registró la pérdida de 230 mil empleos directos en el último año, de acuerdo con Acodrés, hoy promete convertirse en uno de los sectores con mayor crecimiento en los próximos meses, de la mano del sector turismo.
Para Carolina Parra, presidente de la reconocida escuela de gastronomía Gato Dumas, la reactivación es una realidad y hay mucho talento en busca de oportunidades, así que “es hora de generar espacios de trabajo, donde florezcan todos los que tienen la actitud y el deseo de poner lo mejor de sí mismos a favor de los clientes de restaurantes, gastrobares y demás establecimientos”.
Pero, ¿cómo puede aportar la academia a este tipo de retos? De acuerdo con Parra, la educación gastronómica tiene la tarea de fomentar desde sus aulas los espacios de inclusión y diversidad donde entre muchos emerjan nuevas ideas que aporten al futuro de la industria y que desde la diferencia, se conviertan en semillas para la innovación y creatividad.
“Expresiones como “las mujeres deben ir solo a la pastelería”, “los niños ricos no aguantan el trabajo en una cocina”, “los jóvenes abandonan los trabajos”, “los adultos ya no rinden”, son generalizaciones tristes que dan lugar a definición de perfiles equivocados y limitan las posibilidades de mucho talento valioso”, expresa la líder de Gato Dumas.
Teniendo en cuenta este desafío, esta escuela de gastronomía en Barranquilla fortalece la diversidad y al talento joven donde egresados tienen la posibilidad de ejercer como maestros o directivos de la institución.
Gracias a esta apuesta de inclusión, en la actualidad, cerca del 40,6 % de los trabajadores de Gato Dumas son menores de 35 años y un buen porcentaje de ellos, provienen de otros países, lo que le permite a la institución contar con una visión más global alrededor de la cocina y de los retos de la industria gastronómica.
“Creemos enfáticamente en que reunir un talento diverso en función de un solo objetivo, muestra una intención común de formar talento humano con excelencia y calidez, capaz de transformar e impactar positivamente el desarrollo económico y social del mundo de hoy”, añade Parra.
Según datos del último año del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), en Colombia se estima existe una población de cerca de 10.990.268 jóvenes, quienes representan el 21,8 % de la población total y que al igual que en otros países de la región, demandan alternativas de educación que le apuesten a la inclusión y a la diversidad como protagonistas de sus procesos y modelos de formación.
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