Debido a su alto componente práctico las instituciones educativas han tenido que transformar su forma de enseñar casi desde los cimientos. SEMANA habló con Carolina Parra, presidente de la escuela Gato Dumas, para saber cómo se han enfrentado estos retos.
Tras la llegada del coronavirus, uno de los sectores que tuvo que acelerar su proceso de transformación fue el de educación. Con las aulas cerradas, los institutos y universidades se vieron obligados a buscar nuevas soluciones que le den continuidad a su proceso académico.
A través de tareas en casa y clases virtuales o remotas, millones de instituciones educativas lograron enfrentar los retos que trajo la pandemia. Sin embargo, para las escuelas de gastronomía esta situación fue un reto especial, dado que debido a su alto componente práctico tuvieron que transformar desde sus metodologías de aprendizaje hasta su infraestructura de enseñanza.
En el caso de la escuela de cocina Gato Dumas, durante la cuarentena la institución transformó sus aulas en estudios de grabación, donde a través de cámaras de última tecnología, los alumnos aprendían en tiempo real y desde casa cómo hacer un corte de posta de cerdo o cualquier otro procedimiento gastronómico que requiera precisión y versatilidad.
Carolina Parra (C.P), presidente de Gato Dumas Colombia, informó que las escuelas de gastronomía ya están retomando paulatinamente la presencialidad, no obstante señaló que la pandemia deja grandes enseñanzas en materia de educación gastronómica y el uso de tecnología en ella.
SEMANA: ¿Cómo es una clase hoy día gastronomía con todos los protocolos?
C.P: Hoy en día tenemos un sistema educativo bajo la modalidad blend, que consiste en la combinación de entornos virtuales con prácticas presenciales. es decir que toda la teoría de una asignatura como cocina se imparte en forma virtual a través de un teórico demostrativo y la práctica correspondiente se hace en las instalaciones de gato dumas, en grupos de 10 personas (50% de nuestra capacidad habitual).
SEMANA: ¿Qué espacios virtuales fueron rediseñados para su reapertura?
C.P: Desde la culminación del semestre pasado, dónde implementamos la virtualidad por la exigencia de la pandemia desde el mes marzo, decidimos enfocarnos en el engrandecimiento de las aulas virtuales en los siguientes aspectos: Cambiar el ritmo de la clase, una clase virtual exige una dinámica diferente, que garantice la participación de los estudiantes, reducir la exposición teórica, y verificar la aprehensión del conocimiento.
SEMANA: ¿Por qué es importante regresar a la presencialidad?
C.P: Una de las necesidades más importantes de la comunidad de estudiantes es la generación de espacios que permitan un mayor acercamiento entre ellos. Razón por la cuál dentro de la dinámica de clase y en actividades extracurriculares estamos habilitando encuentros que fortalezcan las relaciones interpersonales.
SEMANA: ¿Cómo fueron las clases durante cuarentena?
C.P: Convertimos nuestras aulas en estudios de grabación, dotados de tres cámaras fijas, que el profesor puede elegir según la necesidad de detalle que quiera transmitir. es decir que puede enfocar su mesada de trabajo, los fuegos o un plano de él mismo. el sistema completo se conecta con la plataforma de alumnos que a su vez tiene aulas virtuales creadas a través de zoom donde se hacen los encuentros sincrónicos con los alumnos.
SEMANA: ¿Qué lecciones deja la pandemia para la educación gastronómica y para las instituciones que dependen de un componente académico altamente práctico?
C.P: Creo que lo más importante es capitalizar el buen uso de las tecnologías que se han desarrollado a favor de las necesidades educativas. bajo el entendimiento que en actividades como la nuestra los entornos presenciales para el desarrollo de habilidades prácticas, son irreemplazables. En conclusión la adopción de la combinación de lo virtual y lo presencial genera el mejor ambiente para la educación. adicionalmente este esquema nos permite adoptar formas de aprendizaje que respeten el ritmo individual, exijan mayor compromiso de quienes aprenden y se puedan implementar sistemas de autoevaluación, evaluación entre pares y esquemas más colaborativos que significarán una generación de educandos mucho más madura y comprometida.
¿Cómo sobreviven las escuelas de gastronomía durante la pandemia? (semana.com)